Liberando la Mente: Abandonando Creencias Anacrónicas para una Vida Plena

A lo largo de la historia, la humanidad ha cometido terribles atrocidades motivadas por creencias profundamente arraigadas en ideas que, desde nuestra perspectiva moderna, parecen absurdas o infundadas. Desde la firme convicción de que la Tierra era plana hasta implantar el terror por la defensa de la fe en creencias específicas alrededor de Jesús o Alá. , estos dogmas no solo han movilizado a millones de personas, sino que también han justificado actos de violencia y opresión a una escala inimaginable.

Los asesinatos masivos por creencias han sido una trágica constante en la historia de la humanidad. Estos eventos, motivados por diferencias religiosas, ideológicas, o culturales, han dejado huellas profundas en la memoria colectiva. A continuación, presento algunos de los hitos más destacados:

  1. Las Guerras de los Diádocos (322–281 a.C.): Después de la muerte de Alejandro Magno, sus generales, conocidos como los Diádocos, lucharon por el control de su vasto imperio. Estas guerras, aunque inicialmente políticas, rápidamente adquirieron un carácter étnico y cultural, resultando en masacres significativas de poblaciones, especialmente en el Oriente Próximo.
  2. Las Guerras de Religión en Europa (Siglos XVI y XVII): Las disputas entre católicos y protestantes llevaron a conflictos como la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), que devastó Europa Central y causó la muerte de millones de personas. Estas guerras fueron marcadas por persecuciones, masacres y genocidios motivados por diferencias religiosas.
  3. La Conquista de América (Siglo XVI): La llegada de los europeos a América llevó a la destrucción de civilizaciones enteras, como los aztecas y los incas. Aunque motivada principalmente por la codicia y el deseo de expansión territorial, la conquista fue justificada en gran medida por un deseo de evangelizar y convertir a los pueblos indígenas al cristianismo, lo que resultó en la muerte de millones de personas.
  4. La Guerra de los 80 Años y la Matanza de San Bartolomé (Siglo XVI): La rebelión de los Países Bajos contra el dominio español estuvo marcada por la masacre de San Bartolomé en 1572, donde miles de hugonotes (protestantes franceses) fueron asesinados en una oleada de violencia católica.
  5. La Inquisición Española (Siglo XV-XVIII): Este tribunal religioso establecido por la Monarquía Católica de España persiguió a herejes, conversos (judíos y musulmanes convertidos al cristianismo), y otros disidentes religiosos. La Inquisición llevó a la tortura, ejecución y quema en la hoguera de miles de personas.
  6. Genocidio Armenio (1915-1923): Durante la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano llevó a cabo el exterminio sistemático de su población armenia, en lo que es considerado uno de los primeros genocidios del siglo XX. Motivado por una mezcla de razones étnicas y religiosas, resultó en la muerte de aproximadamente 1.5 millones de armenios.
  7. Holocausto (1941-1945): El exterminio sistemático de seis millones de judíos europeos por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial es el ejemplo más conocido de genocidio basado en creencias religiosas. Los nazis también asesinaron a millones de otros grupos considerados «indeseables», incluidos gitanos, discapacitados, testigos de Jehová y homosexuales.
  8. El Genocidio de Ruanda (1994): Aunque motivado principalmente por tensiones étnicas entre hutus y tutsis, el genocidio en Ruanda también tuvo un componente religioso, ya que las iglesias cristianas, que dominaban el país, a menudo se vieron envueltas en la violencia o en la inacción frente a ella.
  9. El Conflicto en Yugoslavia (1991-2001): La disolución de Yugoslavia condujo a una serie de guerras civiles marcadas por limpiezas étnicas y genocidios, especialmente en Bosnia y Kosovo. Estas atrocidades fueron motivadas tanto por diferencias étnicas como religiosas, con musulmanes, serbios ortodoxos y croatas católicos en conflicto.
  10. La Persecución de los Rohinyás en Myanmar (2017-presente): La minoría musulmana rohinya ha sido sometida a una persecución sistemática por parte del gobierno de Myanmar, en un conflicto que ha sido descrito como un genocidio. La violencia ha sido motivada en gran parte por diferencias religiosas entre los budistas mayoritarios y los musulmanes.

Estos eventos son solo una muestra de cómo las creencias pueden ser instrumentalizadas para justificar actos de violencia masiva. La historia nos enseña la importancia de la tolerancia y el respeto mutuo para evitar que estas tragedias se repitan.

Estas creencias, muchas veces defendidas como verdades absolutas, han llevado a la persecución, el sacrificio y la destrucción en nombre de un supuesto bien mayor. Sin embargo, al observar detenidamente estos episodios, es evidente que lo que se defendía no era la verdad en sí, sino una construcción subjetiva de la realidad, un consenso forzado o manipulado sobre cómo debían ser las cosas, un punto de vista que favorecía ciertos intereses de clase, clan o nacionalidad.

El Poder de una Creencia: ¿Verdad o Engaño?

El poder no es más que la capacidad de imponer una percepción de la realidad, ya sea mediante la fuerza o el engaño argumentativo. Este poder ha sido utilizado para movilizar a masas enteras, a menudo hacia la destrucción y el sufrimiento, todo en nombre de una «verdad» que, en realidad, era una falacia envuelta en la lógica aparente. Estas «verdades» que enferman, oprimen y nos hacen infelices son las que debemos aprender a cuestionar y, en muchos casos, a desechar.

Aceptar que podríamos estar equivocados no solo nos salva de cometer injusticias, sino que también nos permite mantener la mente abierta a los cambios, adaptándonos de manera más saludable a nuestro entorno y evitando traumas innecesarios. La verdad no está terminada ni escrita en ninguna parte; es una construcción en constante evolución, y nuestras interpretaciones de la realidad son meras aproximaciones subjetivas.

La Necesidad de Seleccionar «Verdades» que nos Liberen

Si nada es absolutamente verdad, entonces es nuestra responsabilidad seleccionar, de manera inteligente, un cuerpo de «verdades» que nos hagan más libres, empáticos, saludables y prósperos. Aquí es donde el marco de la NeuroPsicoKinesis (NPK) cobra relevancia. La NPK propone un horizonte ecológico de sentido, una red de verdades útiles que nos conectan con la inteligencia suprema del todo, con la verdad una, misteriosa y vedada.

La utilidad de aceptar creencias radica en su capacidad para evitar el dolor, tanto propio como ajeno, y para maximizar el placer y la satisfacción en nuestras vidas. Este enfoque utilitarista, basado en el respeto, la tolerancia, y una actitud pragmática, proactiva, creativa y abierta al cambio, es fundamental para llevar una vida verdaderamente inteligente y en paz.

Un Llamado a Abandonar Ideas Anacrónicas

El progreso, tanto personal como colectivo, depende de nuestra capacidad para abandonar ideas anacrónicas que ya no contribuyen a nuestra felicidad. Es crucial que dejemos de aferrarnos a creencias que solo nos limitan y nos condenan a un ciclo de sufrimiento. En su lugar, debemos adoptar un marco de pensamiento que promueva la salud mental, la libertad y la plenitud.

Para ello, es vital optimizar nuestra forma de pensar y vivir, adaptándonos a las verdades que realmente nos sirven, que nos empoderan y que nos conectan con un sentido más profundo de la existencia. Esta es la invitación que te hacemos desde Poder Cuántico: abrir tu mente, cuestionar lo establecido, y construir una vida basada en verdades que te hagan más libre, más saludable, y más feliz.

Recuerda, la verdad no es estática; está en construcción. Y tú tienes el poder de participar activamente en ese proceso, seleccionando las creencias que te llevarán a una vida más plena y significativa.


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