La confluencia de las ciencias económicas y administrativas, los postulados de la física y neurociencias ayudan en la actualidad, a redescubrir una nueva inteligencia, la inteligencia empresarial.
La inteligencia empresarial está basada en la capacidad de crear organizaciones para la solución de problemas y resolver necesidades de clientes cada vez más exigentes en un escenario del mercado incierto y muy competitivo.
En esta oportunidad quiero presentar 2 principios éticos que inspiran a la INTELIGENCIA EMPRESARIAL CUANTICA para garantizar el desempeño adecuado de los negocios y hacen viables los emprendimientos, de cara a los desafíos de la pos pandemia o nueva “normalidad”, como parte de la consultoría en NeuroPsicoKinesis que facilite la gestión compleja de la empresa con modelos de gestión y espiritualidad integrados.
La inteligencia empresarial cuántica emerge en respuesta a interrogantes como estos:
• Acaso los empresarios van a seguir aplicando los modelos vetustos de gestión administrativa, ¿que no sirvieron ante el fenómeno mundial de la pandemia?
• ¿Vamos a seguir desconociendo los fundamentos culturales del entorno, donde se incluye el pensamiento mágico de las comunidades, simplemente porque la teoría de la gestión moderna de la empresa no los ha sabido integrar en la toma de decisiones?
• Tendrán futuro nuestros emprendimientos, que continúan en las lógicas tradicionales existentes antes de la pandemia?
• Como reinventarnos en la post pandemia como empresarios que estamos seriamente golpeados por las medidas sanitarias impuestas por los gobiernos de los distintos países? Esta discusión sigue siendo válida, porque se avecina otra pandemia.
Buena parte de la solución a este interrogante tiene que ver con la claridad ética de la inteligencia empresarial cuántica.
Si nos queremos reinventar para sobrevivir, hay que tener en cuenta dos principios de la ética utilitarista, que le apuesta de lleno a la interpretación del mercado y que, de aplicarse, estaríamos en el terreno de la teoría de la innovación en valor, es decir, en identificar ofertas para determinados públicos que no están consumiendo en el mercado actual.
Todos los seres humanos funcionamos consciente o inconscientemente alrededor de dos principios éticos fundamentales:
1. Evitar el dolor y
2. Obtener placer.
Las empresas y los emprendedores deben tener en su mira el propósito de disminuir dolores, molestias, gastos, incomodidades de la gente.
Adicionalmente debemos aumentar el placer de nuestros potenciales clientes, su alegría, los beneficios, el prestigio, el bienestar, las ganancias, a través de productos y servicios que diseñamos con esa intención.
La pregunta para usted emprendedor o empresario es:
¿Está emprendiendo o gestionando su organización con INTELIGENCIA EMPRESARIAL CUANTICA?
Es decir, para evitar algún dolor (una necesidad realmente sentida) y aumentar el placer (los valores agregados que los clientes no esperaban), de clientes y usuarios
Si aplicamos estos valores éticos podemos estar seguros que nuestras soluciones si van a aportar valor al mercado y las opciones de éxito para las empresas post pandemia serán mayores.
He aquí dos principios del humanismo que aportan luz a los desafíos del mercado en la actualidad y que, de observarse con inteligencia, estaría la empresa dando saltos cuánticos de innovación y liderazgo en cada sector.
Theo Weber
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